Quienes nos precedieron dejaron una huella y está en nosotros retomar ese camino para encontrarlos, descubrir sus nombres, quiénes fueron, qué hicieron y cómo vivieron. Debemos rescatarlos del olvido, porque ellos viven en nosotros.

Analía Montórfano


jueves, 29 de noviembre de 2012

El papel de Anselmo Windhausen

Por Rodolfo A. Windhausen  
La muerte de Florentino Ameghino en 1911 y la incorporación de otros científicos alemanes al equipo de investigadores extranjeros que trabajaba desde 1904 en la Argentina abrieron nuevos capítulos a la actividad geológica en el país.
Tras la reorganización de la División de Minas y Geología del Ministerio de Agricultura de la Nación (que pasó a denominarse Dirección General de Minas, Geología e Hidrología en 1912), al Dr. Anselmo Windhausen (1882-1932, www.awindhausen.blogspot.com http://www.lmcordoba.com.ar/ed_ant/2006/06-04-25/33_opinion_02.htm), quien había
sido contratado en 1909, le fueron encomendadas nuevas tareas en el terreno.
Esas tareas pusieron a Windhausen en contacto directo con la industria del petróleo; el tema del abastecimiento del combustible ya venía preocupando a las autoridades argentinas.
Para despejar una creciente polémica acerca de la existencia de elementos boreales en la fauna andina del Jurásico, Windhausen fue enviado al entonces territorio del Neuquén con la misión adicional de ocuparse de los afloramientos de petróleo que habían sido denunciados en la región del Cerro Lotena.
Windhausen hizo dos expediciones: una en 1912 y otra en 1913 (1). Sus observaciones formaron parte de un informe preliminar, fechado el 23 de junio de 1913, que entregó a
su jefe en Minas y Geología, el Dr. Juan Keidel. Windhausen resumió esas mismas conclusiones en una conferencia ilustrada con diapositivas que pronunció el 6 de septiembre de 1913 en la Sociedad Científica Argentina (2).
En esa disertación (3), titulada “Constitución geológica de la zona petrolífera del Neuquén”, Windhausen aconsejó realizar las exploraciones en “la comarca comprendida entre el kilómetro 81 –Plaza Huincul– y la ciudad de Neuquén”.
Su estudio de la Cuenca Neuquina y su certera predicción fueron atribuidos injustamente, durante más de 60 años, a su jefe y colega Keidel (4), quien sólo confirmó mucho
después los datos de su subordinado y determinó la posible ubicación del primer pozo que se perforó en la zona.
Windhausen, en un gesto que repetiría muchas veces en su carrera científica en la Argentina, guardó silencio y prefirió sólo documentar la secuencia real de los acontecimientos (5).
Aunque no comenzó la explotación del yacimiento hasta cinco años después, Windhausen fue el primero en determinar con cierta precisión, dentro de las limitaciones de la época, la posible ubicación de capas petrolíferas en la zona de Huincul y recomendar claramente una mayor exploración de la zona en busca de petróleo.
En rigor, la contribución de Keidel se basó en los informes de su subordinado Windhausen, reunidos más tarde en el trabajo “Los yacimientos de la zona andina”, que publicó la Academia Nacional de Ciencias de Córdoba en 1916 (5 bis), y que se convertiría en el fundamento de las exploraciones posteriores a 1912-13.
Keidel, alertado por los hallazgos de Windhausen, viajó apresuradamente a Neuquén después de la visita de Windhausen y escribió un informe “propio”.
En la Memoria de Minas y Geología de 1915, que se publicó con considerable demora tres años más tarde, se indicaba claramente que entre agosto y septiembre de 1915, Keidel estuvo en el centro-oeste de Neuquén con el objeto de realizar “el estudio estratigráfico y tectónico de la serie Mesozoica empezado ya por el Dr. Anselmo Windhausen para fijar definitivamente el horizonte primario del petróleo y su probable distribución subterránea” (Nota del autor: el destacado es mío).
En la historiografía del petróleo argentino ha quedado, empero, la presunta autoría de Keidel del descubrimiento de Plaza Huincul. Ese error condujo, por ejemplo, a presentar a Keidel, científico alemán de considerables méritos, como el “descubridor” de Plaza Huincul incluso en
una película de los años 60, en la que toda la cronología de los hechos apareció distorsionada (6).
Los documentos ofrecen otra versión, que se ajusta más a la realidad de los hechos. Los viajes de Windhausen entre 1912 y 1913, que se realizaron en condiciones más que precarias por las dificultades de comunicación y transporte de la época, fueron la base de todos los estudios posteriores y condujeron, finalmente, a la explotación de
Plaza Huincul a partir de 1918.

Rodolfo A. Windhausen

Nieto de Anselmo Windhausen, es un periodista y escritor argentino radicado en los Estados Unidos desde 1978. Durante más de 25 años ha investigado la documentación existente sobre su antepasado, cuya biografía ha escrito en un libro aún inédito. Este artículo es una versión resumida de un capítulo de su libro, obra que detalla las exploraciones, la obra de Anselmo Windhausen y sus contribuciones a la docencia, a la geología y la paleontología en la Argentina.



1- En 1912 había recorrido “la costa del río Limay hasta Cabo Alarcón, tocando en el camino la Laguna del Toro, Arroyito y Chocón”, luego la margen derecha del Picún Leufú y el Cerro Lotena, para regresar a los diez días por Cerro Candelero, estancia La Esperanza y Laguna del Toro. Ese mismo año recorrió la Sierra de Auca Mahuida, camino que se podía hacer “en dos días” desde Cipolletti si se contaba “con buenos animales y un hombre baqueano”. Entre abril y mayo de 1913 volvió a General Roca en tren y recorrió a lomo de mula Lotena, Zapala, Covunco y la Sierra Vaca Muerta, regresando por Covunco, el Añelo y Cipolletti. V. cronología
en el diario Río Negro, 18/4/82 y en las Memorias de Minas y Geología correspondientes a la época.

2- Por entonces ubicada en un local de la calle Cevallos 269. Fue presentado a la audiencia por el Ing. Enrique Hermitte e ilustró su charla con fotografías proyectadas como diapositivas. Al acto asistió también el famoso naturalista Ángel Gallardo (1867-1934), luego ministro de Relaciones Exteriores, que fue quien designó a Anselmo Windhausen como comisionado en la Exposición de Panamá-San Francisco 1914-15. Gallardo dirigía en ese momento el Museo Nacional de Historia Natural (V. su biografía, entre otros, en www.ancefn.org.ar/institucional/presidentes).

3- V. diario Río Negro, 22/10/74. Original existente en la colección
Windhausen, en Estados Unidos.
 

4- Hasta la publicación del álbum conmemorativo del cincuentenario de YPF, en 1972, en que se aclaró definitivamente la cuestión por iniciativa de mi padre, quien presentó los documentos de la colección Windhausen, entre ellos el original de la conferencia de Anselmo Windhausen, al historiador Fermín Chávez, autor de la publicación, en 1971. V. también las
Memorias de la Dirección General de Minas, Geología e Hidrología correspondientes a la época, en las que consta la cronología de los hechos.

5- Pese a que se publicaron versiones resumidas de su conferencia en los diarios La Prensa, Deutsche La Plata-Zeitung, Buenos Aires Handels-Zeitung y La Nación, la publicación oficial de su trabajo final, fechado el 8 de septiembre de 1913, quedó postergada misteriosamente en la Dirección General de Minas, Geología e Hidrología. V. también El yacimiento de rafaelita en Auca Mahuida, Ministerio de Agricultura, Dirección General de Minas, Geología e Hidrología, Bo. 1, Boletín, tomo XIV, N° 10, Buenos Aires, 1912 y Contribución al conocimiento geológico de los territorios del Río Negro y Neuquén, Ministerio de Agricultura, Anales, Sección Geología, Mineralogía y Minería, Tomo X, N° 1, Buenos Aires, 1914.

5 bis- V. Los yacimientos petrolíferos de la zona andina (Prov. de Mendoza y territorio del Neuquén), Ministerio de Agricultura, Dirección General de Minas, Geología e Hidrología, Boletín N° 15, serie B (Geología), Buenos Aires, 1916.

6- V. también el artículo de Giordano, Héctor, “Una verdadera epopeya: la trascendencia del pozo N° 1 en Neuquén”, revista Petrotecnia, agosto de 2002, p. 75.




http://biblioteca.iapg.org.ar/ArchivosAdjuntos/Petrotecnia/2007-3/PlazaHinucl.pdf

http://www1.rionegro.com.ar/diario/2007/05/29/imprimir.20075o29s03.php

PLAZA HUINCUL - CUANDO LAS PIEDRAS HABLAN
Las piedras de la cuenca petrolífera neuquina empezaron a hablar en 1912, cuando la División Minas, Geología e Hidrología envió al Doctor Anselmo Windhausen geólogo contratado de dicha repartición, acompañado de un grupo de ayudantes de campo, entre ellos mi abuelo Don José Potenzoni que contaba en ese entonces con 17 años. En su informe final, el Dt Windhausen, aconsejó como punto conveniente para realizar sondeos explorativos  "la comarca comprendida entre el kilómetro 81 y la ciudad del Neuquén".
Estos informes fueron  completados y ampliados por el Doctor Juan Keidel, geólogo alemán de gran capacidad científica, corroborando y reafirmando la existencia de yacimientos petrolíferos en ese lugar.
Keidel aconsejó realizar la primera perforación en el lugar denominado Plaza Huincul, entre las estaciones Challacó y Ramón Castro, del Ferrocarril Sud, ramal Neuquén-Zapala. A un kilómetro al norte del Km 1.297 y "en el alto de un morro, al lado de una mata verde".
En 1915 se ordenó el traslado a Plaza Huincul de una perforadora Fauck, a la que se bautizó con el nombre de "Patria" y cuya capacidad de perforación era de 500 metros. Como no existía paradero ferroviario alguno a la altura de Plaza Huincul, las descargas debieron realizarse en la estación Challacó, distante a 22 Km. trayecto que se realizó tracción a sangre y por malos caminos.
Otro de los problemas a resolver fue la falta de mano de obra para los trabajos iniciales de desmonte y armado de estructuras. Este inconveniente fue superado cuando el gobierno del Neuquén facilitó 30 presos de la cárcel provincial.
Con la Supervisión del Ing Enrique Cánepa, la perforación nº 1 fue empezada el 17 de febrero de 1916.
En un período de descanso, Don José Potenzoni viaja a Buenos Aires para contraer enlace con Doña María Carmela Fortunato de 16 años, y regresó con su mujer al Campamento de perforación en Plaza Huincul.
Vivían en carpas y cuando el viento no dejaba nada en pié, se cobijaban en cuevas. En medio de aquella desolada meseta vivieron duras jornadas: los víveres necesarios para el sustento diario los adquirían en un almacén distante a dos Km de la zona de perforación: el almacén de Castagnous; la correspondencia era retirada de la posta de Doña Carmen Funes, que pasaría a la leyenda con el famoso sobrenombre de la Pasto Verde.
El Equipo de Hombres que trabajaron en el Pozo Patria fueron:
Ingº José Cánepa
José Almendra
Santiago Antón
José Arroyo
Rosendo Artigas
Benigno Bouza
Juan Carrosino
Emilio Castelón
Jorge Dompé
Pedro Espinosa
Josè Garrido
Rafael Garrido
Francisco Gruber
Pablo Gunter
Guillermo Helberk
Max Kessler
Oscar Lenhard
Juan Lunghi
Carlos Mayer
Santiago Martinelli
Fernando Melneke
José Melo
Juan Miralles
Benito Perez
Juan Pollo
José Potenzoni
Cipriano Salto
Focas Sanchez
Juan Schreiber
Juan Soufal
José Sproviere
José Vigna o Viña
El avance de la máquina Patria fue lento. Aparte de la poca o ninguna experiencia del personal en labores petroleras, se debieron afrontar otras dificultades: la escasez de agua, cuya provisión debía ser hecha por el ferrocarril, y las características del terreno. Entre febrero y el 31 de diciembre de 1916 el pozo avanzó hasta los 260 metros. A partir de los 340 metros, la pesca de una de las herramientas llevó cuatro meses de tarea. Al llegar ésta a los 516 metros aparecieron rastros de petróleo y el 29 de octubre de 1918 la máquina alcanzó el horizonte petrolífero, entre los 603 y los 606 metros.
Entre el 30 de enero de 1919 y el 30 de agosto de 1922 fueron realizados en Plaza Huincul seis pozos más.

Fuente: YPF UNA EMPRESA AL SERVICIO DEL PAIS 1922-1972 Obra editada por el Departamento de Ceremonial y Protocolo de la Empresa YPF