ELENA GREENHILL
Elena Greenhill, tomada por el fotógrafo Navarro Martínez cuando toda la familia viajó a Valparaíso y todavía ella era soltera |
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La
Grenil, la Bandolera, Elena. La conocí. ¿Sabes, Rosa? ¿Me escuchas? En el
Campamento de Fiske Menuco (/)La Señora de la Aguada
Un siglo atrás, la Patagonia era
lo más parecido al Lejano Oeste estadounidense de las películas: una región
civilizada a medias, donde apenas llegaba el gobierno y, a falta de la ley,
regía el sentido práctico y el instinto de supervivencia. Allí, en esa tierra
de hombres, entre indios inescrutables, peones ladinos, policías corruptos y
jueces borrachos, la Greenhill desplegó su carácter indómito y se convirtió en
una temida cuatrera. Elena Greenhill la bandolera inglesa de la Patagonia,
conforme el título del libro de Francisco N. Juarez (Ediciones B, Grupo Z), que
históricamente tiene el trabajo de un orfebre y cuenta la vida de esta
enigmática mujer.
En el origen de su historia hay un
crimen no resuelto. Elena había nacido en 1874 en Yorkshire, Inglaterra; era la mayor de
más de diez hermanos y había llegado a Chile con su familia en 1888, a los 13
años, junto con otros colonos rurales europeos que el gobierno llevó para
poblar el sur del país. Tuvo una infancia de privaciones y responsabilidades tempranas.
Como toda mujer de su tiempo traía impreso que debía casarse, debía someterse a
su destino, equivalente a los deseos del marido. A los 19 años sus padres la casan con Manuel de
la Cruz Astete, un chileno veinte años mayor que ella que tenía oscuros
negocios ganaderos, un cuatrero en eterno conflicto con la ley. Primer mal paso
y dos hijos. Ya instalados de este lado de la cordillera, (precisamente donde
se dibujaba el camino que transitaba el ganado entre Río Negro, Neuquén y Chile),
aparecen los malos tratos y las desavenencias conyugales. También, los furtivos
amantes de ella. Un día, durante un arreo de ganado, Astete desaparece. Meses
después, en noviembre de 1904, se halla su cuerpo sin vida y con la cabeza
destrozada en un cañadón solitario de Catán Lil (Neuquén). Se la acusó de
instigar la muerte de su esposo, la peor prueba en su contra fue la de haberle
sido infiel. El autor material –según sumario judicial- había sido un peón que
Elena tenía de amante. Se casa con el leguleyo Martín Coria que la defendió en
el juicio y se establecen en Montón Niló (un paraje de Río Negro) donde teniendo
como pantalla un almacén de ramos generales, se dedicaban a la compraventa de
hacienda robada, a la producción de ovejas, al robo y la estafa (Él se
encargaba del papelerío y la estafa a ingenuos proveedores, ella pistola en
mano y secundada por cinco bandidos más se abocaba el meticuloso robo de ganado).
Dicen que en este tiempo conoció Buenos Aires, donde mandó pupilos a sus dos
hijos. Rara vez estaba desnuda de armas y rara vez experimentó paz en su espíritu.
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Fue
bonito cuando se quedó una noche. Aquí. Quebró la rutina en la Aguada.. ya
estaba con Martín Taborda, su tercer hombre. Un carrero entrerriano. (/)La Señora de la Aguada
Ahí comienza una nueva vida, una vida
de adulta eligiendo con quien dormir, en quien confiar y como sobrevivir. Una
vida que la llevará a aparecer en las páginas policiales de los principales
diarios de Buenos Aires y a ser declarada la enemiga número uno de la policía
de Chubut. La "Grinil" o "la "inglesa" como la
llamaban los paisanos fue famosa por su puntería y los actos de cuatrerismo que
cometió en la zona del norte desierto patagónico. Pero su vida se convirtió en
leyenda cuando se atrevió a secuestrar a dos comisarios, a quienes obligó a realizar
quehaceres domésticos. Tan hábil con el
caballo como con el Winchester, la
piadosa inglesita, se convirtió en una dura mujer que no le tenía miedo a nada
y que encontraría un trágico final.
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Bonita
y servicial, la Inglesa ….. De pocas palabras. Mujer de Ley. No hablaba por
hablar. La mataron por la espalda. Acá en la posta, todo se sabe..¿que era
cuatrera? Tal vez. Ese era el oficio de muchos. La mataron en el verano de 1915…..ni
siquiera habrá pensado que la policía querría cobrarse el ridículo que años
atrás les hiciera pasar a dos milicos. Los madrugó, sabes. ¿Me das un poco de
agua?, ¿la filtraste, Rosa? (/)La Señora de la Aguada
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Murió a los 43 años víctima de una
emboscada que le tendió un ex amante miembro de la policía del Chubut, donde le
aplicaron "la ley de fuga".
La partida policial iba al mando
del Comisario Valenciano (el mismo de
cuyas tropelías habla Bayer con el asunto de la huelga obrera en Santa Cruz) y
se ubicaron estratégicamente en la estrecha angostura del Chacay (Chubut). Allí
se produjo el encuentro y el tiroteo duró casi una hora.
La Inglesa no se rendía aún
herida, continuaba tirando desde atrás de su caballo contra la policía, hasta
que sus fuerzas dijeron basta y cayó boca abajo. En ese momento le dieron el
tiro de gracia que terminó con “La Inglesa Bandolera”.
Fue sepultada en la zona de
Gan-Gan (Chubut) en 1915.
Fuentes:
(/) La Señora de la Aguada de Lili
Muñoz (2012 Ediciones Oblicuas S.L.)
La Bandolera Inglesa de la
Patagonia de Francisco N. Juárez (2004)
La Nación –Correrías de una
Bandida Rural 7 de Abril de 2006